viernes, 20 de agosto de 2010

Tú y yo éramos, simplemente, dos personalidades incompatibles. No voy a culparte de nada más. Ya pasó el tiempo de eso. Éramos dos personas que no nos sumábamos en nada. Nos suprimíamos el uno al otro y nos dolía deshacernos. Que no nos quisieran como éramos, sino siempre de otra manera. Que hubiera una tensión continua intentando tirar de nosotros hacia otro punto. No es una cuestión de "merecer" más o menos. Yo no "merecía más". Simplemente siento que me correspondía algo distinto. Supongo que tú también sentías eso. No estábamos en nuestro lugar, y punto. No nos conveníamos. En el sentido primero de convenir. En realidad es una explicación sencilla. No se puede permanecer mucho tiempo en un lugar que no es el tuyo. Todas las cosas tienden a situarse en su respectiva posición. Orden cósmico. No podemos sentirnos cómodos realmente en ningún lugar que no sea el nuestro. Nosotros no nos dejábamos ser. Y éramos muestra de la más pura entropía cuando estábamos juntos. Y del cosmos cuando nos separamos..

1 comentario:

  1. Borra este texto de tu blog porque es un plagio, o pon un enlace al mio.

    ResponderEliminar