Si dejáramos de vivir de los recuerdos y nos situáramos en un punto sin ellos donde toda vivencia es nueva, podríamos experimentar lo bonito de vivir sin necesidad de recordar. Aunque cualquier tiempo pasado fue mejor, se puede asegurar que cualquier tiempo presente puede llegar a ser incluso más vivido, más recordado, y en consecuencia, más bonito, que cualquiera de nuestros recuerdos pasados.
Intentamos creer, y llegamos a convencernos de ello, que la lejanía en el tiempo de un recuerdo mide su importancia sentimental. Personalmente espero que haya un momento, y con sólo uno me bastaría, en que mientras lo vivo, pueda hacer que el tiempo se pare, que mis recuerdos desaparezcan, para que pueda vivir un momento presente sintiéndolo con la misma fuerza con la que recuerdo el más bonito de mis recuerdos pasados.
Intentamos creer, y llegamos a convencernos de ello, que la lejanía en el tiempo de un recuerdo mide su importancia sentimental. Personalmente espero que haya un momento, y con sólo uno me bastaría, en que mientras lo vivo, pueda hacer que el tiempo se pare, que mis recuerdos desaparezcan, para que pueda vivir un momento presente sintiéndolo con la misma fuerza con la que recuerdo el más bonito de mis recuerdos pasados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario