sábado, 28 de agosto de 2010


-Perdonadla . Sonrió masajeándome la mejilla como a una tonta-. La pobre se ha enamorado y no sabe ni lo que hace .
Hacer el amor, despeina.
Reírte a carcajadas, despeina.
Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
Quitarte la ropa, despeina.
Besar a la persona que amas, despeina.
Jugar, despeina.
Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
Bailar durante toda la noche, te deja el pelo irreconocible.
Así que cada vez que nos veamos yo voy a estar con el pelo revuelto..
Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida.
Y lo peor que puede pasarme es que, sonriendo frente al espejo, tenga que volver a peinarme..
Sé que a veces soy insoportable, no quiero saber nada de nadie, digo cosas de las que luego me arrepiento, hablo mal a la personas que más me quieren y que siempre están conmigo.
Sé que a veces soy un poco egoísta, solo pienso en mi yo por encima de todo, sé que a veces te pongo de los nervios, sé que a veces quiero escapar a otro lugar en el cual nadie me moleste, sé que a veces solo quiero encerrarme en mi habitación y no saber nada de la gente de mi alrededor. Pero también sé que cuando estoy así es porque necesito que alguien me quiera de una manera diferente. Así que quiéreme aunque no quieras, aunque sea solo un poco. Quiéreme por la mañana, por la tarde, por la noche, quiéreme al irte a dormir, quiéreme al despedirnos, quiéreme al saludarnos.
Quiéreme aunque no este presente, quiéreme cuando te miro, quiéreme cuando te hablo, quiéreme cuando te quiera. Sobre todo quiéreme cuando menos me lo merezca , porque será cuando más lo necesite.
Y me dí cuenta de que la vida no era eso. La vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse. La vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no te abrace... pues no te abrazas y punto.

jueves, 26 de agosto de 2010

Me enfrento a la mañana sin haber soñado en toda la noche, con tiritas y miles de recuerdos rotos en el bolsillo sucio de la chaqueta, con el corazón en la mano en medio de la calle, el pelo suelto y la duda metida en la cabeza. El tráfico matutino y las paradas de bus llenas de desconocidos. De almas rotas en tres. Empieza a llover y yo sin mí paraguas. Empieza a anochecer y yo sin tí. No lo sé. Raro. Raro y bonito a la vez. Puede que quizás me haya desesperado.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Si dejáramos de vivir de los recuerdos y nos situáramos en un punto sin ellos donde toda vivencia es nueva, podríamos experimentar lo bonito de vivir sin necesidad de recordar. Aunque cualquier tiempo pasado fue mejor, se puede asegurar que cualquier tiempo presente puede llegar a ser incluso más vivido, más recordado, y en consecuencia, más bonito, que cualquiera de nuestros recuerdos pasados.

Intentamos creer, y llegamos a convencernos de ello, que la lejanía en el tiempo de un recuerdo mide su importancia sentimental. Personalmente espero que haya un momento, y con sólo uno me bastaría, en que mientras lo vivo, pueda hacer que el tiempo se pare, que mis recuerdos desaparezcan, para que pueda vivir un momento presente sintiéndolo con la misma fuerza con la que recuerdo el más bonito de mis recuerdos pasados.
¿Cómo será la vida, cuando ya no me conozcas, cuando ya no recuerdes mi nombre, y te preguntes quién soy cada vez que te miro a los ojos?
¿Qué va a ser de mí cuando me olvides y tu cerebro haya borrado cada uno de nuestros recuerdos,  desde nuestro primer beso, el color de mis ojos, tu nombre, mi nombre?
¿Cómo será la vida cuando olvides por qué me quieres o me quisiste?
Me pregunto cómo será la vida, cuando sin quererlo me olvides, cuando estés sin estar, cuando después de tantos años tu alma haya marchado de viaje, llevándose consigo el interior de tu corazón, y dejando a merced del tiempo el sonido de su último latido.
No moriremos de no haber querido descubrir qué había más allá del oceano. Ni moriremos por haber cerrado la puerta al amor. No moriremos de haber dicho demasiadas veces nunca, ni de haber callado demasiadas veces siempre. No moriremos con el orgullo de haber contestado una vez NO, ni de haberlo hecho excesivas veces con un SÍ. No moriremos de haber sido demasiado jóvenes, ni de haber pensado sin madurez. No moriremos de haber negado la felicidad ni la tristeza. No moriremos felices, ni tampoco tristes.
Moriremos sabiendo que todo lo que hicimos, lo hicimos lo mejor que pudimos.

domingo, 22 de agosto de 2010


- Jode ver fotos de cuando has sido feliz con alguien, y saber que solo te queda eso, fotos...
- Las fotos no son malas, lo malo es aferrarse a ellas. A veces es mejor borrarlas y dejar espacio para otras nuevas. Si te quedas enganchado al pasado te vas a perder muchas cosas, ¿no crees?.

Los lazos que nos unen a veces son imposibles de explicar, nos unen hasta después de que parezca que deberían haberse roto. Algunos vínculos desafían la distancia, el tiempo y la lógica , porque algunos lazos, estan predestinados.

Todos recordamos los cuentos de nuestra infancia, el zapato le cabe a cenicienta, la rana se convierte en príncipe, a la bella durmiente la despiertan con un beso... érase una vez y vivieron felices, la materia de la que estan echos los sueños. El problema es que los cuentos no se hacen realidad, las otras historias, esas que comienzan en noches oscuras y tormentosas y tienen un final atroz, son las que parecen convertirse en realidad. A quien inventó eso de... y vivieron felices, habría que darle una paliza.
Que las historias de amor no duran más de siete años y la crisis se inicia ya en el sexto. Que la pasión incluso la más fuerte, se desvanece. Y el aburrimiento pasa a ocupar su lugar. La costumbre. Y todo parece igual. Apagado. Sin estímulos. Y el amor, ése que se describe en los libros y en las películas, resulta ser una mera fantasía. En ese momento se abren dos opciones: romper o engañar. Para renovarse. Para recordar cómo era esa poderosa sensación que te devoraba el estómago cuando pensabas en él. O en ella. En estar juntos. Y se sigue así, atrapados en un círculo vicioso de hipocresía en el que ninguno de los dos tiene el valor de decirle al otro que el sentimiento ha cambiado, que se ha agotado, que ha desaparecido. Qué tristeza ¿Así es la vida? ¿Uno se vuelve así?

Mal de amores. Y no se cura fácilmente. No existen medicinas. Ni remedios. No se sabe cuándo pasará. Ni siquiera se sabe cuánto duele. Sólo el tiempo lo cura. Mucho tiempo.Porque cuando mayor ha sido la grandeza de un amor, tanto más largo resulta el sufrimiento cuando éste se acaba.
- ¿Tú me quieres Sam?
- ¿A ti que te parece?
- ¿Por qué no me lo dices nunca?
- Como que no te lo digo nunca, no paro de decirlo
- Eso no es verdad tu dices ídem y no es lo mismo
- Todo el mundo dice te quiero, ya no significa nada
- Pero algunas veces necesitas que te lo digan. Yo lo necesito.
Mientras no estás enamorada, mientras tu corazón es libre y tu mirada no es de nadie, entre todos los hombres que podrían interesarte ni uno solo se digna prestarte atención; después, en el momento en que te sientes atrapada por una única persona y no te importan los demás absolutamente nada, todos te persiguen, pronuncian dulces palabras, te galantean. Es el efecto de las ventanas del alma: cuando están abiertas, el cuerpo da al alma una gran luz e igualmente el alma al cuerpo, con un sistema de espejos se iluminan entre sí. En breve se forma a tu alrededor una especie de halo dorado y cálido, y ese halo atrae a los hombres como la miel atrae a los osos..
Pasión: Describe la belleza de un encuentro fulminante entre dos personas, pero no se limita a eso. Está en la excitación de lo inesperado, en el deseo de hacer algo con fervor, en la certeza de que se va a conseguir realizar un sueño. La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra. Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas. Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo acabó destruyéndolo todo. Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella,¿cuál de las dos actitudes es la menos destructiva?

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Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. Pero esto no es así: la libertad sólo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo. Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso. Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie. Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo sin poseerlo.

Once minutos.
Tengo la sensación de que el funcionamiento de la memoria se parece un poco al del congelador. ¿Tienes presente lo que ocurre cuando de él sacas algún alimento conservado largo tiempo?. Al principio está rígido como una baldosa, carece de olor, de sabor, está recubierto por una pátina blanca; pero cuando lo pones al fuego, poco a poco recobra su forma y su color, llena la cocina con su aroma. De la misma manera, los recuerdos tristes dormitan largo tiempo en una de las innumerables cavernas de la memoria; se mantienen allí durante años, decenios, la vida entera. Después, un buen día vuelven a la superficie, el dolor que los había acompañado vuelve a estar presente, tan intenso y punzante como lo era aquél día de hace tantos años.
Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca.


— ¿Puedo masajear tus pies?
— ¿Por qué quieres masajear mis pies?
— Porque te duelen.
— ¿Me duelen?
— Corriste toda la noche en mis sueños.
En ocasiones, cuando un miedo no se afronta y no se resuelve del todo, se agazapa y permanece al acecho, como una pantera negra escondida en la alta hierba, en la confusión cotidiana, lista para saltar y para reaparecer con toda la violencia de sus garras… imposibilitando cualquier posible duda.


Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrara pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final, volverá a pasar lo de siempre. Que en un momento dado saltarán pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi, un combate perdido de antemano. Asi que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures. Así sabríamos de antemano cual es la fecha del final, y no perderiamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que, esta vez si, ese yogur, pueda conservarse para siempre...
- ¿Has extendido alguna vez los brazos y dado vueltas y vueltas muy rápido?
- Sí, claro. Lo hago todos los días.
- ¿Ah sí? Bueno pues así es el amor. Se te acelera el corazón, el mundo se te vuelve del revés pero, si no tienes cuidado, si no mantienes tus ojos fijos en algo inmóvil, puedes perder el equilibrio y dejar de ver lo que ocurre con la gente a tu alrededor. No te das cuenta de que estás a punto de caer.

sábado, 21 de agosto de 2010

La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se rescriben las biografías y la historia.

viernes, 20 de agosto de 2010

No importa quiénes seamos, no importa dónde vivamos, todos tenemos unos límites. 

A veces reales, a veces imaginados.
Muchos de nosotros nos contentamos con vivir dentro de esos límites; otros están obligados a ello. 

Pero algunos necesitan romper esos límites, atravesarlos para salir fuera, aunque lo que les espere fuera sea algo desconocido o aterrador. 


 Cada momento es una oportunidad.


Recuerdo la mayor parte de mis 17 años. Recuerdo el día que nos conocimos, su sonrisa... es lo que mejor recuerdo; el tacto de su piel.. Puedes estar en cualquier situación cuando tu vida comienza, cuando el futuro se abre ante ti, y puede que al principio ni siquiera te des cuenta, pero de repente ocurre.
Yo suelo sentirme como un bicho raro, no soy capaz de pasar de una cosa a otra así, sin más. La mayoría de personas, cuando tienen una aventura o una relación larga y rompen, la olvidan. Pasan a otra cosa y olvidan como si nada hubiera pasado. Yo jamás he olvidado a alguien con quien he compartido algo, porque cada persona tiene sus cualidades propias. No se puede reemplazar a nadie, lo que se pierde se pierde. Cada vez que he acabado una relación me afecta muchísimo, jamás me recupero del todo. Por eso pongo mucho cuidado en las relaciones, porque me duelen demasiado. ¡Aunque sea un rollo de una noche! No suelo tenerlos porque echaría de menos las cualidades propias de esa persona.
Todo lo que hagas en la vida sera insignificante, pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hara, como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: "No estas mínimamente preparado para esto", pero la otra parte dice: "Hazla tuya para siempre..." 


Odio como me hablas y también tu aspecto, no soporto que lleves mi coche ni que me mires así. Aborrezco esas botas que llevas y que leas mi pensamiento. 

Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas. Odio, odio que me mientas, y que tengas razón. Odio que alegres mi corazón. Pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado. 

Pero sobre todo odio no poder odiarte, porque no te odio, ni siquiera un poco. 
Nada en absoluto
Es como si me despertara y ella no estuviera en la cama, porqué ha ido al baño o a la cocina... sin embargo tengo la certeza de que ya no volverá a la cama. Podría... alargar la mano y... tocar su lado de la cama... y sabría que está frío, pero no puedo... sé que no puedo recuperarla. No quiero despertarme por la mañana creyendo que aún sigue aquí... me quedo en la cama sin saber desde cuando estoy sólo... y así... ¿Cómo voy a cicatrizar? ¿Cómo puedo cicatrizar si no siento... el paso del tiempo?
No soy nadie especial. Solo soy un hombre corriente con pensamientos corrientes. He llevado una vida corriente. No me han hecho ningún monumento y mi nombre pronto quedara en el olvido. Pero según como se mire he tenido mucho éxito como muchas otras personas en la vida. He amado a otra persona con todo mi corazón y eso para mi siempre ha sido suficiente...

Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a alguien cerca.
Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás, no es más que una sarta de mentiras. Elegimos a las personas que queremos que estén cerca; y cuando las hemos elegido, nos quedamos junto a ellas. Aunque les hagamos daño.
La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin, es la que merece la pena conservar. Aunque a veces... cerca, es demasiado cerca.
Sin embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal es lo que necesitas.

La bondad podría condicionarte a la hora de tomar las decisiones apropiadas. En ocasiones pensamos en nuestra vida como si fuese la respuesta que tranquiliza a los demás. Tomamos decisiones para complacerles, para calmar nuestros sentimientos de culpa, para buscar la aprobación de alguien. Sin darnos cuenta de que la única manera de hacer felices a los demás es elegir lo mejor para nosotros. De modo que no renuncies a algo por no herir a alguien.
Una vez sentí algo por una chica; tuve mi oportunidad pero no la aproveche; por un tiempo por las noches desde mi cama, me preguntaba si habia cometido un error, si algún día dejaría de pensar en ella. Ahora no recuerdo como lucía, su rostro desapareció y nunca va a regresar. Entonces, ¿son tres años suficientes para olvidar a alguien?. En absoluto. El olvido no existe. Siempre estarás ahí...
-Por qué te quiero en 65 palabras:
Te quiero porque creo que entiendes como soy. Te quiero porque a tí te puedo contar lo que a nadie le puedo contar. Porque puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido y dejará de ser vacía. Te quiero porque me preguntaste cuántos años tenía cuando murió mi padre, y eso nadie me lo había preguntado jamás. Te quiero tanto que me gustaría...
- ¿Qué te gustaría?
- No sé, no lo he podido escribir. Se me agotaron las palabras. 65 palabras son muy pocas, ¿no?

Nunca hay un porque para un recuerdo, llega de repente así, sin pedir permiso y nunca sabes cuando se marchará, lo único que sabes es que lamentablemente volverá aunque por lo general son instantes... y ahora se como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo hay que alejarse rápidamente, hacerlo enseguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él, sin hacerse daño...
Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche. Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido. Y en ese apartado soy toda una experta. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, pero, ¿qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos, somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada. Sí, estáis viendo a una de estas personas…
Lo único que nos brinda el mar son golpes duros y, a veces, la posibilidad de sentirnos fuertes. La fragilidad del cristal no indica debilidad sino calidad. La felicidad sólo es real cuando se comparte. He decidido que voy a vivir esta vida algún tiempo. Lo mejor que puedo hacer con la muerte es tratar de aprovechar la vida. Leí en alguna parte que en la vida no es tan importante ser fuerte como sentirse fuerte. Medir tu capacidad.



En teoría uno ama para ser amado, ¿o no?, para reconocerse en el otro. Queremos dar para que alguien reciba, ¿para qué amar sino?. Pero entonces, amar y que no te amen, ¿es amar?. ¿Qué hacemos con el dolor que provoca el amor no correspondido?. ¿Es amor o simplemente locura?... Pregunta sin respuesta, que siempre se responde con un silencio.

Tú y yo éramos, simplemente, dos personalidades incompatibles. No voy a culparte de nada más. Ya pasó el tiempo de eso. Éramos dos personas que no nos sumábamos en nada. Nos suprimíamos el uno al otro y nos dolía deshacernos. Que no nos quisieran como éramos, sino siempre de otra manera. Que hubiera una tensión continua intentando tirar de nosotros hacia otro punto. No es una cuestión de "merecer" más o menos. Yo no "merecía más". Simplemente siento que me correspondía algo distinto. Supongo que tú también sentías eso. No estábamos en nuestro lugar, y punto. No nos conveníamos. En el sentido primero de convenir. En realidad es una explicación sencilla. No se puede permanecer mucho tiempo en un lugar que no es el tuyo. Todas las cosas tienden a situarse en su respectiva posición. Orden cósmico. No podemos sentirnos cómodos realmente en ningún lugar que no sea el nuestro. Nosotros no nos dejábamos ser. Y éramos muestra de la más pura entropía cuando estábamos juntos. Y del cosmos cuando nos separamos..
En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces solo necesitas a una.

- Puedo ser divertido si quieres, o pensativo, listo o supersticioso, valiente, incluso bailarín.
Seré lo que quieras. Dime lo que quieres y lo seré por ti.
- Eres tonto.
- También podría serlo... 

Los amores de verano terminan por todo tipo de razones, pero al fin y al cabo todos tienen algo en comun: son estrellas fugaces. Un espectacular momento de luz celestial, una esfimera luz de la eternidad que en un instante se van. El mejor tipo de amor es aquel que despierta el alma y nos hace inspirar a más, nos enciende el corazón y nos trae paz a la mente. Eso es lo que tu me has dado y lo que esperaba darte siempre. Te quiero y ya nos veremos..
Sería espectacular si fueran reversibles aquellas noches de incendio. En realidad no es ninguna novedad. Hacía tiempo que había dejado de pensar en ti como una posibilidad real. Eso pasó hace mucho tiempo. Me di cuenta pronto de que no había ninguna posibilidad de futuro. Que algunas historias son así. De capítulo único. Que empiezan y se acaban en el mismo punto.Tal vez sólo fueras un sueño. Pero no eres un sueño recurrente. Fuiste el mejor sueño que he tenido jamás. Lo más increíble que he tenido la suerte de vivir. Te juro que aquella noche todos los colores eran como auroras boreales. Y que te echo de menos desde entonces.Pero se ha acabado el echarte de menos y el soñarte. Una tiene que saber cuándo desterrar algo. Cuándo asumir el fin. Para poder amar de nuevo, sin ataduras al pasado. Sin fantasmas que atormenten. Una tiene que liberarse para poder seguir viviendo. Muchas veces he dicho que me fastidiaste la vida. Porque desde entonces nada me sabe tan bien..

No existe el olvido, no se puede olvidar a una persona o un hecho, simplemente, se supera. Superas relaciones, superas miedos, superas perdidas, superas heridas, continuamente superamos cosas, pero no las olvidamos. No desaparecen de un día para el otro ni de un año a otro de nuestra mente, simplemente comenzamos a darle importancia a otras cosas u otras personas que nos van alejando de lo que nos causa daño hasta que logramos que no nos afecten más.Es una cuestión más que nada, de tiempo...

¿Por qué siempre nos damos cuenta de las cosas que hemos perdido cuando ya no podemos recuperarlas?. Pero de nada sirven las lamentaciones, ¿verdad?, ni ponernos a revolver como locos los armarios o hacerle el boca a boca a sentimientos que ya no estan ahí, y querer recuperar el tiempo perdido a fuerza de vivir más aprisa, o pedir perdón cuando ya no queda nadie que nos pueda perdonar nada.Hay tantas cosas que echamos de menos... Porque no importa lo que perdamos: una camiseta vieja, un libro... el amor de nuestra vida. Lo perdido, perdido está para siempre.

El final de un viaje es siempre el principio de otro. El cambio es doloroso y siempre tiene un precio. Duele soportar ese precio pero no podemos permitir que eso nos domine. El mañana es un misterio y lo único que podemos hacer es afrontarlo con determinación. Seguimos adelante, siempre adelante, hacia lo que sigue. Tomamos una decisión, nos comportamos de acuerdo con ella...y no hay más que vivir y esperar.

miércoles, 18 de agosto de 2010


Te dejaste unos pendientes, me dejaste sin respiración. Y dejamos aparcado lo que había para hoy. Te llevaste tus zapatos, me arrancaste el corazón. Y me lo encontré tirado cerca de un contenedor. Me dejaste con la palabra en los labios y la palabra era no. Me quisiste y me olvidaste, me cambiaste por alguien mejor. Sentí que se iba al traste mi proyecto de color. Me arruinaste la semana, me quedé sin ilusión. Nos perdimos el repeto y nos dijimos adios. Me dijiste se ha acabado lo mejor para los dos. Pensé decirte algo antes del portazo. Te dejaste y nos dejamos la ternura en un cajón. Y esa noche nos follamos en vez de hacer el amor. Me dejaste con la palabra en los labios.

Despistaos.
Quiero encontrarte una tarde de estas de otoño. A ti y a tu sonrisa. La tuya y la que me provocas. Quiero tu corazón y tus palabras. Quiero un tú real. Saber cómo eres tú en materia. Reconocerte desde mis ideas y mis sueños. Quiero que adquieras vida. Tal vez tú me estuvieras/estés pensando a mí. Necesito algo de realidad. Porque la mera capacidad no me sirve de nada. Necesito algo a lo que dirigirme. Un sentido para mi movimiento. Para mi vida. Mi imaginación es poderosa, pero a veces necesito algo más. Aparece una de esas tardes de colores. A la hora de la merienda. Con el chocolate caliente. Con la conversación en la lengua. Aparece. Cuando quieras. Pero aparece.

Te dejo sin darte explicaciones. Yo la odiaba, porque nunca te había visto tan apagado. Al principio tú también la odiabas. Pero ese día me dijiste: ” Al final, no hay que buscar nada más allá. Cuando alguien te deja, da igual la excusa concreta, todas las razones que te den pueden reducirse a una: Ya no quiero estar contigo. Y no pierdas el tiempo buscando algo más concreto. Eso es todo lo que necesitas saber. Y lo que tienes que hacer es aceptarlo.”
Tenías razón. No hay que buscar nada más.



Me gusta el verano porque me puedo poner vestido, y echar toda la tarde leyendo libros en el jardín. Porque hay granizado de limón y leche merengada. Porque no tengo que madrugar. Me gusta saber que no tengo ninguna obligación universitaria. Que no tengo que pensar en nada. Adoro los días largos. Las noches templadas. Viajar. Pasear. Disponer de tiempo para dedicarme a pintar o escribir. Para aprender cosas nuevas. Odio el verano porque siempre me siento sola..
 
Lo admito, como me has obligado a admitirlo otras muchas veces. Al final siempre me arrancas las palabras y los sentimientos. Todavía no he logrado erigir una frontera que funcione contigo; y no sé si molestarme en seguir trabajando en ello o desistir de una vez. Admito que necesitaba dos palabras de tu boca. A lo sumo tres.
Aún no descifro qué es... pero tienes algo que me atrae. ¿Cómo lo haces? Me siento polilla. Aunque sepa que me puedo quemar... me acerco, te busco y de nuevo me encuentro frente a mi ordenador, con un archivo en blanco que voy llenando de ti. Se expande y contrae el universo de los contratiempos. Tengo libros pendientes sobre la mesa, un cuadro a medio pintar y ropa acumulada en la silla... pero sólo pienso un "qué pena que mis manos no puedan atravesar la distancia para acariciar y dar esa energía que dices que te falta".Pienso en ti y se me antoja imaginarte con una sonrisa al escucharme decir todo esto. Qué imbécil debo ser ¿no? Y sin embargo, ya ves, aquí sigo escribiendo, como si pretendiese alisar las arrugas de la vida. Y aunque me duela admitirlo, te quiero.
Nunca le gustaron las despedidas cuándo se trataba de él, odiaba la forma de decir adiós y esos abrazos que aclamaban el final de su vida, aborrecía ese momento aunque sabía que solo era un hasta mañana, y por desgracia hacía más de doscientos días que le ocurría lo mismo y aún no se había acostumbrado.
Ella siempre pronunciaba un te quiero, se le colgaba de los labios y le acariciaba la lengua al soltarlo, intentaba ponerle toda la verdad a esa palabra, rellenarla de lo que sentía aunque esto fuera mucho más, y hacia luego ademán de besarle. Había veces que el gesto funcionaba y otras que se iba a la cama sin haber probado de su sabor y eso la enloquecia por completo creandole las más temibles pesadillas.
Cada vez que cerraba la puerta frente sí se veía atrapada, veía las escaleras con la puerta del ascensor delante suyo y empezaba el baile de lágrimas amargas que le bañaban todo el rostro meciendo sus pestañas y haciendo que el maquillaje corriera por sus mejillas. Maldecía el instante en que él se marchaba y ella, observándole desde la puerta veía como no se volvía para mirarle por última vez, en ocasiones pensaba que ni siquiera sabía que aún estaba allí, tan inmersa en sus sollozos por el solo echo de pasar otra noche más sin él.
Era la chica de las pequeñeces, y lo diría siempre aunque alguien se lo recriminara en algún momento, para ella, una palabra, un gesto o mirada antes de volverse de espaldas era el mundo, determinaba todos los sucesos hasta acabar el día.
En más de doscientas noches no cenó nada, y si lo intentaba era solo para hacerlo ver. Se quedaba sin hambre, sin sueño, sin vida, como apagada y le parecía irónico que los otros no se dieran cuenta a pesar de llevar tantos años viviendo a su lado, suponía que nunca tuvieron tiempo (ni ganas) de conocerla.
Se ponía nerviosa, y no podía parar de atragantarse con el oxigeno de los pulmones que tragaba a bocanadas para intentar espabilarse y vivir.
Cuándo se tumbaba en la cama había sollozos, siempre había sollozos, y su nombre en el aire, y las pesadillas que la aclamaban y la necesidad, obsesión, que se la comían, desgarrándole el alma y haciendo que su cuerpo quedará inmerso en una sangre interior que aniquilaba cualquier movimiento y mataba cada uno de los pensamientos que querían sobreponerse a él para poder descansar en paz.
Incluso a veces, pocas, gritaba, con toda las fuerzas y siempre se despertaba temblando, sudando y con los ojos rojos.
No sabía como explicarlo, como escribir su historia ni como gritarle todo eso a la persona que más quería en el mundo, que no son palabras, que són hechos, que no es invención, que todo esto es de verdad, que lo notaba en el pecho, que se asfixiaba, que no lo dice por decir. Porqué le ama, y el solo hecho de amar, siempre duele. Y ella estaba loca, loca loquisima por él, enamorada hasta los huesos.
Quiero que sepas que ya me esperaba que esto ocurriera y que no pasa nada, sólo me da la razón. Quiero que sepas que me he acostumbrado a tus putas escenas de "ahora me largo". Lárgate ya de verdad que sería una suerte si no vuelvo a verte en los próximos años. Por mí que podías tirarte de un tajo que ya lo que hagas me trae sin cuidado. Si me pongo a pensarlo un momento creo que lo prefiero.. Así que ya sabes que espero que acabes pegándote un tiro cuando veas lo imbécil que has sido, cuando veas que lo has hecho fatal y que estás arrepentido por haberme perdido.

Lo que menos me gusta de echar de menos a alguien es que funciona a rachas. A días. Por momentos. En lugares concretos. Cuando menos te lo esperas. Llega sin avisar. Se queda un tiempo indefinido. No puedes dejar de hacerlo. Aunque lo intentes. Escuece. Duele. Quema. Pica. Desgarra. Rompe. Congela. Hiela. Arde. Arranca. Hiere. Desquebraja. Te hunde. Te asfixia. ¿He dicho qué duele?. Duele. Mucho. Te despiertas y no sabes qué va a pasar. Porque a veces, como dice Joaquín Sabina, hasta las suelas de mis zapatos te echan de menos.Y si eso es cierto, amiga/o, estás perdida/o. ¿Pero sabes qué? Se pasa, siempre se pasa.

martes, 17 de agosto de 2010


Ella tiene tanto miedo de ser como es de verdad que juega a ser alguien más. No le ha dicho a casi nadie que tiene una habilidad unica o que daría lo que fuera por un viaje a un sitio de esos donde siempre es verano. Ella no sabe robar abrazos, suele pedirlos, al igual que los besos pero aun asi no se niega a que alguien especial le robe alguno. No le gusta que la miren fijamente porque se pone tan nerviosa que entonces no le salen las palabras. Por eso mismo lleva pulseras, para desviar la atención. Ella tiene la sensación de que el mundo está loco y que cada vez hay menos personas qe valgan la pena. Ella tiene ganas de que sea verano y de que haga días perfectos todos los días. Ella tiene el récord de enamorarse de la persona equivocada. Le da pánico hablar en público. Ella es celosa, no le gustan los perros, tiene baja la autoestima, es cabezota y el verano que viene se quiere ir de su ciudad. Ella tararea canciones en silencio y si, alguna vez está triste, se le nota demasiado pero intenta disimularlo con una sonrisa y un "no me pasa nada". Tiene miedo de perder cosas. Ella a veces se siente un bicho raro. Ella se está enamorando y no quiere saber que es un amor imposible...
Nuestro mayor miedo no es que no encajemos. Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad la que más nos asusta. Empequeñecerse no ayuda al mundo. No hay nada inteligente en encogerse para que otros no se sientan inseguros a nuestro alrededor. Todos deberíamos brillar como hacen los niños. No es cosa de unos pocos sino de todos. Y al dejar brillar nuestra propia luz inconsientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestros propios miedos, nuestra presencia libera automaticamente a otras personas.
Ese momento cuando besas a alguien y desaparece todo lo que tienes alrededor y lo único que existe eres tu y esa persona. Y te das cuenta de que esa persona es el único hombre al que debes besar el resto de tu vida y sientes por un momento algo realmente asombroso y quieres reir y también llorar. Te inunda la felicidad de haberlo encontrado y te invade el temor de perderlo al mismo tiempo.



- Yo no puedo salir de casa a las cuatro de la mañana cuando estés mal y necesites un abrazo.
- No te he pedido que lo hagas.
- Ya...
- Yo lo haría por ti.
- Pero...
- Vale, joder, sé que tú no lo harías por mí. Lo sé, vivo con ello desde hace mucho tiempo.
- Es que... no lo entiendo. Creo que cuando no puedes dormir porque estás mal y necesitas un abrazo, lo mejor que se puede hacer es acostarse y a la mañana siguiente descubrir que ya ha pasado todo.
- No tienes ni idea. Cuando estás rota lo único que necesitas es volver a sentir, y una de las maneras de vovler a hacerlo es poder abrazar a alguien. ¿Te has sentido jodidamente sola, destrozada, pisada, vacía y muerta? ¿Tú has estado rota? ¿Sabes lo que significa eso?
- No...
Supe que había conocido mejor que nadie el dolor de mi existencia.
Y te he dicho que no quiero que se arruine, porque sin duda es mejor que todo lo que he tenido jamás. Siempre he gozado de cosas buenas pero han durado lo que debían durar. Creo que has llegado al momento exacto y al lugar indicado.
Es mi corazón el que habitas y sabes, no te estoy cobrando renta.
Sino todo lo contrario, quiero que seas mi inquilino permanente, no sólo del corazón. Puedes deambular por mi sonrisa, eso siempre te ha salido bien; o porque no conducir tus manos por las cervicales torcidas que a veces se exaltan y te aclaman, o bien puedes perderte como lo sabes hacer con los ojos vendados por el sótano de mi cuerpo y entonces cambiar la dirección o el código postal de esta ciudad. Siempre has hecho lo imposible... ¿Por qué ahora no?
Cuando arrugas un papel y al cabo de unos segundos lo despliegas hay miles de arrugas, imperfecciones, en él. Por muchas horas que estés, por mucho que lo intentes no lo vas a dejar cómo antes. No vas a poder aplanarlo.
y nunca vas a poder borrarlas, se van a quedar allí siempre. Ni el paso del tiempo las va a curar.Vas a poder aplanar algunas arrugas, pero ni se notará. Siempre, siempre van a quedar arrugas Un corazón humano funciona igual que un simple papel. Cuándo un corazón se rompe nunca se vuelve a unir del todo. Siempre se pierden piezas por el camino. Cuándo un corazón se congela siempre va a quedar un poco de hielo en él. Cuándo un corazón se para es casi imposible que vuelva a funcionar.
En el corazón siempre van a quedar heridas, por muchas tiritas que le pongas no se va a curar. Por mucha felicidad que le lleves siempre va a quedar un rasguño de melancolía.
Hay heridas que quedan bien sujetas y que nunca más se abren, otras se descosen demasiadas veces y nunca llegan a curarse, nunca dejan de sangrar silenciosamente.
El corazón nunca se recupera. Seguirá latiendo, por supuesto, pero con el paso de los años irá más y más lento día tras día hasta que llegará un día en el que de tantas heridas descosidas dejará de latir y se marchará.
Todo paso de repente. Algo que no te esperas. Gracias a eso fue mejor lo que pasó. Ocurrió sin pensarlo, en un abrir y cerrar de ojos. Sí, habia indicios de que pasaria, lo sabíamos, pero el corazón no se lo había planteado y le pillo por sorpresa. Salí de casa hablando por teléfono, no esperaba que pasara, pero pasó. Tan sólo al pisar la calle se pusó a llover más fuerte que nunca. Al principio sentí la rabia de cuándo no tienes paraguas, pero una vez empapada, me di cuenta de que lo que menos quería era un paraguas. Caras que no había visto nunca y que no volvería a ver. Fui evitando todos los paraguas para poder empaparme de esa suave y dulce lluvia. Cada gota era una sensación nueva para mi ser. En la calle, todo era paraguas y prisas. La gente estaba tan metida en su vida y su estrés constante que no se podían parar a saborear el sabor de cada gota. Tal vez, estuvieran acostumbrados.

La lluvia paró. Me dejó sin nada, sin sensaciones. Pero lo que vino después fue mejor. De golpe empezó todo. Sentada en el césped mojado, escuchaba canciones aleatorias de mi aparato de música. No había nadie en las aceras. Miraba a mi alrededor. Hacía frio. Esperaba una señal. Muchas casas, una tras otra. Cada una de ellas con un coche esperando a su dueño. Me descolgué los cascos y me apresuré a entrar. La casa no estaba vacía, y alguien esperaba detrás de aquella puerta. Las nubes empezaron a moverse y a dejar paso al sol, pero sin irse del todo. La luz era perfecta. Aun así, preferimos correr las cortinas. Pero, lo mejor de todo era el aire revitalizante y electrizante que se movia. Dentro hacía calor. La cama deshecha. Éxtasis de miedo. El teléfono sonaba. Las sábanas tan enredadas como si un bebé hubiera dormido en ellas. De vez en cuando, se hacía el silencio en aquella pequeña habitación. Era mágico. Podías juntar tantas sensaciones en un puñado de aire...


Los escalofríos iban y venían por todo mi cuerpo. Era un momento tan mágico. Era uno de esos momentos que quieres meter en una cajita para revivirlo siempre que quieras. Era un momento para coleccionar.

-Cada vez que veo ese momento veo una luz intermitente que me dice "idiota, callate"
-Ya..o hablas demasiado, como me pasa a mi, o no hablas lo suficiente y..desaparecen.
-Vaya añito que llevamos..si que estabamos desesperados para volver a intentar salir juntos.
-No hables en pasado, lo estamos. Pero me alegro de que estes aqui. Nos perdimos mutuamente durante un tiempo pero..eso es agua pasada. Sobre todo viendo nuestro historial.
-Supongo que siempre estara ahi, no? Tu y yo.
Es extraño como cambian las relaciones entre las personas. Personas desconocidas que llegan a ser muy cercanas, personas cercanas que se convierten en desconocidas. Es un cirulo vicioso.
Pero entonces ocurre: se cruza en tu vida una persona, que aparentemente ha venido para quedarse. Que hacer? Quedarse? Huir? Intentar ser feliz..otra vez? La vida esta hecha para aprender de nuestros errores, para tener un tiempo para enmendarlos y tener mas oportunidades. La vida esta formada por momentos e imagenes que pasan ante nuestros ojos como pueblos en la autopista. Pero entonces, una de esas imagenes te deja sin respiracion y te das cuenta de que ha marcado el resto..

Un mes y dos días

En el fondo a todo el mundo le gusta pensar que puede ser fuerte, pero ser fuerte no solamente es ser duro. Se trata de asimilarlo.
A veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte por una vez.
No tienes que ser duro cada momento del día, está bien bajar la guardia, de hecho hay momentos en que es lo mejor que podrías hacer, siempre que escojas tus momentos con sabiduría. ¿Acaso somos de piedra?

En este momento hay 6.470.818.671 personas en el mundo. Algunas corren asustadas. Otras vuelven a casa. Algunas dicen mentiras para llegar al final del día. Otras simplemente están enfrentándose a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra con los buenos. Y algunos son buenos, luchando con los malos. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces, todo lo que necesitas es una.
Es probable que los problemas más serios que surjan en tu vida sean cosas que ni se te pasaban por la cabeza, de esos que te sorprenden un martes a las cuatro de la tarde. Todos los días haz algo que te de miedo. Canta. No juegues con los corazones de los demás. No dejes que lo hagan con el tuyo. Relájate. Unas veces se gana y otras se pierde. La carrera es larga, y al final solo compites contra ti mismo. Conserva las cartas de amor y tira los recibos del banco. Estírate. Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa. Lee las instrucciones, aunque no las sigas. Viaja. Limpia el pasado, borra las partes oscuras y recíclalo… dándole más valor del que tiene y sobretodo dale un sentido a tu vida…
Si no te conociera diría que todos los órganos que te componen son perfectos. Te miraría y creería que culminas todo lo que pasa. Vería como el mundo observa el esplendor que reluce de tu piel. Sé que tendería mi mano y me la darías, así dándome el tacto perfecto. Podría decir que tu caminar me llevaría a todos sitios, sin equivocarme de lugar. Si no te conociera no me escondería para no enamorarme de ti por las esquinas. No podría visualizar ninguna otra cosa que tu color, que tus ganas de vivir. Escribiría para ti, sin escrúpulos y sin tormentos. Si no supiera quien eres moriría en paz, sabiendo que en tu mente estoy yo. Nítida. Guardaría todas tus fotos en los estantes de la habitación y besaría cada una de ellas para desearles dulces sueños. Haría pasteles por la tarde, de chocolate. Como a ti te gustan. Pondría el aire acondicionado al punto de excelencia y desabrocharía tu chaqueta, así dándote un respiro en el corazón. Estaría tranquila de todos los momentos que tuvieran que pasar. Si no te conociera no sabría de tus intenciones, de tus proposiciones. No sabría que tus voluntades saben a mentira y que todo lo que acicala tu vida es una gran mendacidad. Pura calumnia. Te regalaría colonia y celebraría contigo todos los años que cumpliesen nuestros besos. Si no te conociera iría contigo al parque, todos los domingos. Jugaríamos a ser pequeños y haríamos tiendas de campaña en todas las camas de todos los hoteles. Me mirarías de verdad, y yo te respondería con ternura. Pero afortunadamente, todo esto sólo pasaría si no te conociera.

Suma y sigue. No me dejes, no sola. Abrázame 1999 veces. En la cama los libros se amontonan, las palabras se pudren y los autores se van muriendo.
Cómo cuándo tocas la punta de una cerilla que esta negra. Cuándo los ojos te pesan.
A veces aún te sueño de noches. Será por el ruido, será por...
A veces aún voy por la calle y te busco entre la multitud. Quizá sea el calor, quizá sea el olor.
A veces aún te deseo. La verdad es que aún te recuerdo. Hasta a veces aún te quiero.
Te doy mi corazón abierto, cómo una cajita.
Dejame decirte que a veces te espero en nuestra vía, dónde te encontre, por si apareces.
He marcado cruzes por todo el país, por si vuelves.
Te echo de menos. No por ti, sino por tus abrazos. Esa extraña costumbre de necesitar abrazos. 
Hoy, nadie me abraza. Antes lo hacías tú, abrazos, abrazos más abrazos. Quiero uno. ¿Por qué no vienen solos? ¿Hay que pedirlos? ¿A quien se lo pido? ¿Por qué? 
Me siento rara… todos los días me despierto y necesito uno, miro a mi lado y no hay nadie. Me siento rara suplicando un abrazo en silencio. A estas alturas me pregunto... ¿Cuánto vale un abrazo? ¿Tienen precio?
Puede pasar de todo, ¿verdad? Cualquier cosa.
Puedes amar tanto a una persona que tan solo el miedo a perderla haga que lo jodas todo y acabes perdiéndola.
Puedes despertarte al lado de alguien a quien hace unas horas ni siquiera habías imaginado conocer y mírate ahora.
Es como si alguien te regalara uno de esos puzles con piezas de un cuadro de Madrid, de la foto de unos ponys o de las cataratas del Niágara; y se supone que ha de encajar, pero no. 

lunes, 16 de agosto de 2010

He estado pensando en nosotros… ¿Qué quieres realmente de mí? Te has pasado la vida teniendo relaciones sin nunca establecer lazos con nadie, y al menos me gustaría saber que soy yo para tí. El que te pongas celoso y posesivo no me ayuda en absoluto. 
Incluso los críos pequeños se ponen celosos con sus juguetes hasta que se cansan de ellos y quieren otros nuevos… 
¿es eso lo que pasará entre nosotros? 
¿te has imaginado alguna vez un futuro conmigo?
Toda mi vida he esperado conocer a mi hombre ideal, y entonces apareciste tu... no te pareces en nada al hombre que había imaginado. Eres cínico, gruñón e inaguantable, pero lo cierto es que pelearme contigo es lo mejor que me ha pasado nunca, y creo que es muy posible que me haya enamorado de ti..

domingo, 15 de agosto de 2010

Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambio de un segundo juntos, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte...
Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás.

Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando... cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo. Y querrías liberarte como sea. De cualquier forma. De la más simple, de la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana este pensamiento: <>. Ya no está. Y entonces, simplemente, querrías no estar tampoco tú. Desaparecer.


jueves, 12 de agosto de 2010

Quizá la distancia pueda con el amor, 
pero con la amistad no puede nada...

Conexión Madrid-Jerez